Llega el verano y una de las preocupaciones que aparecen es cómo preparar el rostro para disfrutar del sol durante esos meses.
Pero no te quedes solo en esa parte del cuerpo, toma cada uno de los consejos y cuida tu cuerpo entero. Si sigues estas recomendaciones, tus días de calor ya no serán lo mismo.
Desde Clínicas Láser Fusión estamos pendientes de cada detalle para que tu piel luzca como te mereces, pregúntanos aquí todas las dudas que te surjan y cuenta con nosotros para mejorar en todo momento.
CUIDADOS PARA LA PIEL EN VERANO
Hace algunos años, tener la piel bronceada y el rostro en esa misma línea era una de las aspiraciones de toda persona cuando llegaban los días de calor. Pero el cambio climático obligó a tomar otras medidas.
Incluso, hasta diría que se ve con más frecuencia un tipo de rostro más pálido y no con tanta carga de rayos UV. Sin embargo, no es algo que no pueda efectuarse. Teniendo los cuidados correspondientes puedes disfrutar como siempre.
- Exfoliarse, clave para el cuidado de la piel en verano
Una de las técnicas que nunca van a pasar de moda es el exfoliarse. Existen productos o métodos naturales con los que puedes limpiar tu piel.
De esta manera estarás sacando las capas de células muertas que quedan unidas a tu cuerpo. Los cítricos y semillas deben estar en toda fórmula que se utilice con esta finalidad.
Especialistas en dermatología recomiendan que la exfoliación se haga no más de dos veces a la semana. Aunque siempre es mejor consultar a un especialista y resolver las dudas o tener un diagnóstico más personalizado.
- Evita tratamientos con láser o similares
Durante el verano, la piel está más sensible y expuesta al sol. Tratamientos con láser pueden no ser recomendados porque trabajan sobre la piel y pueden quedar zonas débiles.
En invierno tal vez no sea un problema, pero en verano, con el sol de pleno pegándote en el rostro, sí lo será. Incluso, puede ser uno de los motivos para que aparezcan manchas en la piel.
- Hidrata tu piel de forma continua
Si eliminaste todas las impurezas, no debes dejar que ese trabajo se pierda. Mantén siempre la piel hidratada con cremas de valores altos en nutrientes.
Pero atención, es recomendable que no tengan demasiado contenido oleoso. Si se busca firmeza y elasticidad, es importante que este procedimiento se repita por las noches.
- Protege tu rostro en todo momento
No importa dónde o con quién te encuentres. Siempre busca un momento para dedicarle a tu cuerpo. En lo posible, lleva contigo protectores solares. Hay estudios que afirman que un rostro sin protección envejece más rápido. Pero no solo úsalo en esta etapa del año.
En invierno también, ya que los extremos de temperatura resultan dañinos. Conviértelo en rutina y notarás lo bien que comienza a comportarse tu piel.
- Pide recomendaciones para las cremas y protectores
En la actualidad hay cientos de productos de belleza diferentes dando vueltas por el mercado. Existe variedad dependiendo de la edad, el tipo de piel y el objetivo deseado, entre otras variantes. Pero, al haber tanta diversidad, es muy difícil encontrar a simple vista la que se adapte a tu rostro.
Por esta razón, debes buscar un especialista que entienda y encuentre la fórmula indicada para tus necesidades. Es preferible acudir a un profesional y no tardar años hasta encontrar lo que realmente buscas.
- Cómo usar protectores para la piel
Los médicos y especialistas en dermis aconsejan que los protectores deben emplearse hasta 30 minutos antes de salir a la calle.
De esta manera, el producto tendrá tiempo para actuar. Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el factor. La tez más clara necesitará mayor protección que una piel más oscura.
- Cuida tus ojos y labios
Otro de los puntos en donde coinciden los especialistas es que las zonas de los ojos y los labios son las más débiles del rostro humano.
Esos lugares son los que hay que prestar más atención, porque son los que pueden llegar a tener más inconvenientes.
- La comida importa
No hace falta mencionar que la alimentación es importante en varios aspectos. Y la piel no está exenta.
Consumir vitamina A, E y C, favorecen a una nutrición más rica de la dermis. Son antioxidantes y evitan que las células envejezcan con rapidez. Verduras como la acelga o la espinaca aportan en gran medida estas vitaminas.